viernes, 10 de agosto de 2012

Capítulo 8

-Narras tú- 

Me desperté a eso de las 9 de la mañana porque el sol pegaba en mi ventana, debido a que había olvidado poner las cortinas. Empecé a abrir los ojos y a despabilarme... hasta que recordé, me había dormido abrazada junto al mismísimo Harry Styles. Y sí, eso estaba mucho más que mal, ni siquiera podía imaginar la cara de Niall si se enterara, me quemaría viva, y bueno Louis... ¡Tengo que dejar de pensar en eso!
Harry estaba por poco roncando, así que lo dejé ahí y fui a cambiarme al baño, me puse esto:
Como no tenía nada más que hacer en mi cuarto, y obviamente quería escapar de Harry, me fui hacia abajo, no había comido mucho de lo que había traído Harry anoche y sentía hambre. Lo único que quería era ir a tomar un jugo, prepararme unas tostadas, y cruzar un máximo de dos palabras con alguien que estuviera por allí, pero el plan no salió como yo esperaba. 
Una chica de estatura mediana, rubia, de ojos celestes y contextura chica estaba junto a Louis riendo como una idiota, nunca había visto una risa tan falsa. Entonces me di cuenta de quien era, Marisa, esa idiota de la que todos hablaban, la que iba y venía con Louis. Harry me había contado anoche que era una verdadera hija de su madre, que ni siquiera se preocupaba por él, que solo quería su fama. 
Omití apenas un saludo, para no quedar mal y para que nadie supiera que me molestaba demasiado que esa chica estuviera ahí, y me acerqué hacia Liam, que también estaba en la cocina preparándose un café. Me miró con una cara cómplice y luego escribió algo en el block de notas de su celular y me lo mostró: la perra ha vuelto a la casa. No pude evitar escapar una risita, parecía que por allí a nadie le caía muy bien Marisa, y ciertamente me alegraba. Agarré su celular y le escribí: apoyo el proyecto tirarla por el acantilado 2012. Y entonces largamos a reírnos, fue inevitable, por poco nos retorcíamos de la risa, y ni Louis ni su "noviesita" entendían porque. 
Marisa: ¿Qué tanto se ríen?- lo dijo con un tono de desaprobación absoluta, seguramente sabía que nos reíamos de ella, pero no podía decir nada, no delante de Louis. 
Liam puso cara de cansado y luego se dio media vuelta para contestarle, así que yo también lo hice... y entonces lo vi, vi la cara de Louis, parecía enojado, mantenía los ojos puestos en mí. Pero yo debería ser la que estuviera enojada, no él, el otro día había intentado besarme, y ya hoy andaba de nuevo con esa estúpida. 
Tú: Liam me había contado un chiste muy bueno... ¿O no Liam?- apenas podía contener la risa, me estaba riendo de ella en su cara.
Liam: sí... Pero no creo que les interese, ustedes dos son muy aburridos como para entenderlos.
Marisa: bueno, si tan solo hicieras la prueba...
Louis: déjalo, solo intenta molestarte- le interrumpió, él sí sabía por cual mano venía el chiste.
Y para completar el paquete de malas pasadas, entró Harry a la cocina, con todos los rulos aplastados y medio dormido, y Liam y yo estallamos de la risa de nuevo, se veía muy gracioso con los rulos así.
Harry: hey, no te rías tanto, es todo por tu culpa que quedé así.... Bueno en realidad fue culpa mía, pero no importa- cuando dijo eso la cara de Louis fue épica, se puso todo tenso.
Pero eso no era suficiente, quería que se arrepintiera por haber traído a esa perra ahí, quería que se ponga más celoso de lo que estaba.
Tú: no, fue culpa mía, yo te entretuve. 
Harry: no es tu culpa ser tan linda- y sí, estaba jugando con él, con el chico más peligroso de todo Londres, pero eso no importaba, yo sabía como manejarlo.
A continuación, Louis, que sujetaba con mucha fuerza el vaso de vidrio en su mano, lo rompió. Sí, había roto un vaso de vidrio con sus propias manos. Y lo peor, se había lastimado y no le importaba, seguía mirando a Harry con ganas de matarlo.
Liam: ¡¿Estás bien?!- no sabía si reírse o preocuparse. 
Marisa: ¡Amor! Sí que tenes fuerza...
Me puse la mano en la boca, no quería que me viera reírme, pero era imposible no hacerlo, le había ganado a Louis Tomlinson. Pero me daba lástima, parecía que en serio le dolía la mano y, como había aprendido primeros auxilios, lo menos que podía hacer era ayudarlo.
Tú: ven, yo te curo. 
Sabía que no iba a aceptar a la primera, era demasiado orgulloso como para hacerlo, y menos cuando le había ganado. 
Louis: puedo solo- dijo de mala gana levantándose.
Tú: ¿De la misma manera que podes solo controlar tus impulsos? Dale, no muerdo, vamos.
Me miró de nuevo, pero terminó aceptando, sabía que no podría curarse esa mano solo, que me necesitaba para que sanara. 
Lo llevé hasta mi habitación y se sentó en la cama, mientras yo buscaba mi botiquín en el baño, donde lo había depositado el día anterior cuando había desempacado mis pertenencias. Me senté al lado y comencé a retirarle los pequeños pedazos de vidrios que tenía incrustados, lo cual resulto bastante horrendo. Luego le limpié la mano con un pañuelo mojado y le puse agua oxigenada. Por último, le comencé a colocar una venda.
Louis: ¡Ah!- era la primera palabra que habíamos cruzado desde ayer.
Tú: lo siento, ¿Te apreté demasiado fuerte? 
Louis: duele menos que verte dormir con Harry, eso te lo aseguro- entonces todo me cerró, por eso estaba tan celoso, por eso había invitado a Marisa a su casa. 
Tú: me parece que sacaste conclusiones apresuradas...- en el fondo me moría por decirle que no, que entre Harry y yo no había mas que una amistad, pero no podía, no quería caer en esa. 
Louis: no parecía, de hecho, parecían demasiado cariñosos.
Tú: oh por dios, ¿Podemos dejar todo esto ya? Ni siquiera me estas escuchando, solo escuchas lo que quieres y para serte sincera, me canse de todo esto, yo puedo hacer lo que quiera como vos haces lo que quieras con esa perr... con esa chica. 
Louis: como si te interesara lo que hago o no con Marisa, mejor dicho, como si te interesara yo.
Ok, estaba negado, los celos se le habían ido de control y yo no pensaba arrodillarme y pedirle perdón, ni siquiera me estaba escuchando, maldito testarudo.
Tú: bueno, ¿Sabes qué?, prefiero dejarla acá y que sigas pensando estupideces, no mereces que te cuente las cosas.
Y dicho eso, di media vuelta y me dirigí hacia la puerta, pero me agarró...

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BUENO HOY NO PUDE ESCRIBIR MUCHO, TUVE UN DÍA MEDIO OCUPADO, PERO PROMETO QUE MAÑANA ESCRIBIRÉ 5 O 6 CAPÍTULOS. BESOS.






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